El acusado del crimen de Guarnizo queda absuelto porque la viuda no lo reconoce

«Voy a disolver el jurado. Queda usted absuelto con todos los procedimientos favorables y ahora mismo redactaré un auto para su inmediata puesta en libertad». Así de rápido concluyó el magistrado Agustín Alonso el juicio contra Joaquín J. S., por un delito de homicidio cometido hace trece años por el que lleva 14 meses de prisión preventiva tras estar una docena de años en busca y captura. El condenado en su día por cómplice dijo que no lo conoce; ni el testigo protegido vio la cara del agresor; ni la hija de la víctima, que tenía 14 años entonces, se acuerda de nada. Y la más importante, la viuda, la testigo presencial, la que estaba delante mientras un hombre mataba a su marido con la ayuda de otro en la terraza de un bar de Boo de Guarnizo, que era la prueba más importante que había contra Joaquín, en la que se sustentaba la acusación de la Fiscalía, cambió su versión y tampoco lo reconoció. «Esta persona no estaba ese día allí», afirmó ante la atónita Sala. Al fiscal no le quedó otra que retirar la acusación y, si nadie acusa –porque la familia no está personada–, no hay condena.

No hubo una explosión de júbilo entre los familiares y amigos de Joaquín que tanto el lunes como ayer lo acompañaron en la Audiencia Provincial. En los bancos se abrazaban en silencio, conteniendo a duras penas la emoción mientras el magistrado explicaba al jurado que una de las funciones del Ministerio Fiscal es la de ser «garante de la legalidad y también de los derechos fundamentales de las personas», y que en este caso el representante de la Fiscalía vio que no había motivos para mantener la acusación. Terminada su intervención, dio por concluido el juicio. «No es necesario que le pongan las esposas», dijo a los policías nacionales que custodiaban a Joaquín. Con las manos libres, se fundió en abrazos y besos con sus seres queridos. Luego volvió a ser conducido al Dueso para someterse a los trámites burocráticos habituales ante cualquier excarcelación. Según ha podido saber este periódico, no saldrá tan rápido a la calle y es posible que las gestiones demoren varios días su puesta en libertad porque tiene otras causas pendientes de aclarar.

Pero Joaquín, ahora, podría iniciar un expediente de reclamación de responsabilidad patrimonial ante el Ministerio de Justicia por los 14 meses que ha estado preso por un homicidio que la testigo principal (que sí le identificó en una rueda de reconocimiento tras el crimen) dice que no ha cometido, una opción que su abogado no ha querido confirmar. «Él tiene derecho a hacer las reclamaciones oportunas», dijo únicamente.

Es la segunda vez que ocurre

Es la segunda vez que se disuelve un jurado en Cantabria y la primera que se hace a iniciativa de la Fiscalía. La anterior ocasión tuvo lugar en el año 2003 en un caso de homicidio cometido en una discoteca de Castro Urdiales. Estaba acusado un joven colombiano pero, tras el visionado de las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad, se vio que él no era el que asestaba las puñaladas y fue el propio magistrado, Bruno Arias, el que utilizó la potestad que le concede el artículo 49 de la Ley del Jurado para disolver el tribunal de legos, declarar la absolución del acusado y su inmediata puesta en libertad ante «la inexistencia de prueba de cargo». En el año 2007, la Audiencia Nacional condenó al Estado a pagarle 84.000 euros por daños morales, pues llegó a estar 20 meses en prisión preventiva.

La circunstancia que convierte en «totalmente inusual», en palabras del propio fiscal, la situación ocurrida ayer, es que «el testigo principal ha cambiado lo que vino manifestando durante todo el proceso». Porque la viuda, en las ruedas de reconocimiento sí señaló a Joaquín J. S. como el hombre que mató a su marido. Ayer, sin embargo, dijo que no era él al asomarse a la abertura del biombo para reconocer al acusado. Después explicó que, cuando lo identificó ante la Policía, luego empezó a «tener dudas» porque los agresores de su marido, que medía 1,75, eran más altos que él, mientras que Joaquín es más bajo.

De la misma manera, el que ya en 2001 fue condenado por cómplice, Emilio Collazo, alias ‘Minchu’, ayer acudió como testigo, miró por ese hueco y dijo: «No lo conozco. Lo he visto dos veces en El Dueso, pero no lo conozco». Tampoco arrojó más luz sobre la identidad del homicida, porque «han pasado 14 años y no lo recuerdo bien, porque soy toxicómano desde los 12 años, ahora tengo 42 y la cabeza como una hormigonera».

 

Mariña Álvarez.- El Diario Montañés.- www.diariomontanes.es.- 08/10/2013

El acusado de matar a un hombre en Boo de Guarnizo en 2000 dice que ese día estaba en Pontevedra

El acusado de matar a otro hombre al asestarle varias puñaladas en el año 2000 en la terraza de un bar de Boo de Guarnizo ha asegurado este lunes que el día de los hechos estaba trabajando en Pontevedra y que no entiende por qué está sentado en el banquillo, algo que lleva cuestionándose, ha dicho, los 14 meses que lleva en prisión comunicada y sin fianza desde que fue detenido en agosto de 2012 en Gijón.

"No sé por qué estoy aquí sentando, llevo 14 meses pensándolo. Yo sólo quiero estar con mi familia y mi hijo", ha manifestado en su declaración el acusado, J.J.S., quien ha negado haber huido de la justicia y ha asegurado que se enteró de su imputación cuando fue detenido en Gijón el año pasado.

El acusado, para el que el fiscal pide un pena de 15 años de cárcel por un delito de homicidio, ha afirmado también que no conoce el bar donde sucedieron los hechos. "Nunca fui allí ni conozco a quienes frecuentan ese bar", ha apostillado, al tiempo que ha señalado que tampoco conoce ni a la víctima ni a su mujer.

En la primera vista del juicio con jurado, que se celebrará hasta el jueves, 10 de octubre, en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria, J.J.S. ha indicado que no sabe quién es 'Minchu', E.C.R. y que fue condenado en el año 2001 a cinco años y medio de cárcel y a indemnizar a la mujer y a la hija del fallecido con 177.700 euros por haber sido cómplice en este homicidio.

Según el escrito del fiscal, el acusado acompañado de 'Minchu' acudió a la terraza del bar, donde estaban la víctima y su esposa, a tomar una consumición. Una vez allí, ambos se dirigieron al matrimonio parta provocar una discusión o enfrentamiento al decirle a la mujer que él la "haría mujer", a lo que el marido respondió que a él "sí que le haría hombre".

Tras este "breve" pero "intenso" cruce de palabras, el acusado se abalanzó sobre el hombre, le agarró del pecho, le levantó de la silla donde estaba sentado y, junto al otro procesado, comenzó a golpearle, llegando a tirarle al suelo, donde siguieron agrediéndole sin que la víctima pudiera hacer nada para evitarlo, debido a que el ataque fue "repentino" y a que, además, estaba en inferioridad numérica.

Después de estos golpes, el acusado sacó del bolsillo una navaja y trasladó, junto al otro hombre, al agredido hasta un lugar apartado del bar con el fin de acabar con su vida, asestándole varias puñaladas. Una de ellas fue en el cuello, lo que le provocó un profundo corte que le seccionó además la vena yugular. El hombre se desangró y sufrió un shock hipovolémico, por lo que falleció a los pocos minutos.

Tras estos hechos, el acusado se dio a la fuga y se deshizo del arma, de la ropa y de cualquier elemento que pudiera incriminarle directamente. Así, según el fiscal, logró evitar la acción judicial hasta que fue detenido en Gijón.

12 años hasta la detención

El acusado ha negado que haya estado huyendo de la justicia en los 12 años que transcurrieron desde que ocurrieron los hechos hasta que fue detenido. En este punto, ha asegurado que, aunque en esos años ha estado trabajando en Galicia y Asturias, ha venido a Santander en "Navidades, bodas y otras celebraciones", ya que su familia reside en la capital cántabra.

Además, ha apuntado que no ha tenido conocimiento en "ningún momento" de que había un procedimiento abierto contra él y que se enteró de que se le imputaba un delito de homicidio cuando le detuvieron en Gijón. "No me he ido de España sino que he estado en Galicia y en Asturias", ha ensalzado.

En esta línea, J.J.S. ha negado que su familia le ayudara aa eludir la justicia durante estos años en los que no ha sido localizado porque, según ha dicho, no ha tenido "ningún contacto" ni con la Policía ni la Guardia Civil. "Mi familia me lo habría comunicado si hubiese sabido algo de esto", ha asegurado.

El fiscal ha señalado que el acusado tiene dos condenas anteriores por estafa de juzgados de Benidorm y León y ha apuntado a que, cuando se fue a trabajar a Galicia, tenía "pendiente" un procedimiento por el 'timo de la estampita' por el que ha manifestado que cree que se marchó de Santander.

El acusado lo ha negado y ha afirmado que él ya estaba en Galicia cuando le "empezaron a llegar los papeles de este caso". Sin embargo, el fiscal ha indicado que en el proceso de instrucción J.S.S. dijo que "se fue por ese motivo", a lo que el imputado ha contestado que "no quería asumir que nada le pasase ni perjudicase" a su hijo.

Juicio con jurado popular

Antes de comenzar la vista, se ha constituido el jurado popular que deberá decidir si el acusado es o no culpable del delito de homicidio que se le imputa y por el que el fiscal le pide 15 años de prisión y 156.000 euros de indemnización para la mujer y la hija de la víctima.

La defensa, que pide la libre absolución, ha pedido a los 11 miembros del jurado que apliquen el "sentido común" en la "labor complicada que tienen por delante" ya que, ha dicho, "tienen en sus manos la vida de mi cliente". "No prejuzguen sólo por verle esposado por la Policía, analicen las pruebas y sean justos", ha dicho.

 

Europa Press.- El Diario Montañés.- www.diariomontanes.es.- 07/10/2013

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